viernes, 5 de abril de 2013

Casualidades de la vida

Hace 16 años que el destino decidió que no me sonrieras más. Tenias 18 años, estabas a punto de volver a casa de permiso y teníamos tantas cosas por hacer, tantas promesas por cumplir...
Venía de inglés. me extrañó ver vuestra tienda cerrada, mucha gente dentro, eran las 6 de la tarde...¿que pasaba? Llegue a casa y lo comenté, inocencia de una niña de 13 años.
 Tres días más tarde, pregunté si ya habias llegado y me dijeron que no iba a volver a verte.
Quería creer que me mentían, que no era real, que no te habías ido para siempre...pero así fue.

Desde que tengo 16 años tengo la costumbre de dejarme caer por el cementerio cada 4 de abril a dejarte una gardenia blanca, era tu flor favorita.

Cada vez que alguien me pregunta porque odio abril sonrío, es más fácil dejar que piensen que es por algún desamor que por la pérdida de alguien.

Desde que te has ido he ido a visitarte para contarte mis movidas, desde mis problemas en el insti, hasta mis primeros amores, pasando por mi carnet de conducir a la primera, mi decisión muy meditada de estudiar derecho, hasta mis rupturas sentimentales, pasando por mi primer empleo. A veces mientras miro esa piedra que tiene tu nombre y dos malditas fechas pienso en que diferente hubiera sido todo si aun estuvieras a mi lado, no me hubiera equivocado tanto. Fijo.

Casualidades de la vida, me han vuelto a llamar "pequena", como solías hacerlo tu. Creo que estoy preparada para hablar de ti y dejar de castigarme. Todo en la vida pasa por un motivo y si pudieras ver lo triste que son todos mis meses de abril me darías una colleja fijo.
Por eso he decidido cambiar las gardenias blancas por rosas rojas, las lagrimas por sonrisas y he permitido que alguien de ojos claros vuelva a llamarme "pequena".

No hay día que no piense en tu sonrisa, en tu vuelvo en dos semanas y en tu cuando seas mayor vas a ser una gran mujer. Me quede en mujer pequeña pero con corazón enorme. Aprendí del mejor.

Cerremos esta página. No más abriles tristes. 16 años de tortura han sido suficientes.

Nunca, nunca, nunca te olvidaré.

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