Antes, cuando era pequeña escribia un diario, me lo leyó mi madre y dejé de creer en la autoconfesión, después, hace no muchos años escribía en el fotolog mis angustias, esperanzas, aventuras y desamores. El fotolog se me quedó pequeño y la chica del paraguas rojo busca nueva ubicación para sus paranoias, desvarios, criticas serias, no tan serias y para desmontar esa realidad que nos cuentan. El mundo evoluciona y con el, nosotros mismos y nuestras maneras de expresar las cosas. Hoy empiezo un blog, con ilusión, con nervios y ante todo con respesto.
Imagino que con el tiempo me curraré unas supermegaentradas de la leche, pero dadme tiempo, poco a poco iré descubriendo el mundo de los blogs. Mientras tanto, bienvenidos a mi rincón, estais todos invitados a la inaguración.
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