domingo, 25 de enero de 2015

Casualidades

Tras llevar todo un día de compras aguantando a mi señora madre sólo quería llegar a casa, calzarme unos tacones e irme de fiesta a ahogar mis males en Absolut con tónica.

Eran las 22.04, rezaba porque nos echaran de una vez del Corte Inglés y justo cuando la arrastraba hacia las escaleras mecánicas pasó.

Te vi, me viste.

Trague saliva, ibas con una chica y un chico, no me detuve a mirar, el corazón me latía desbocado,

¿Cuantos años hacia que no nos veíamos? 4 o 5 tranquilamente, 4 o 5 años desde que me diste un beso en la frente, nos miramos llenos de lagrimas y decidimos que era mejor dejarlo estar, porque los chicos como tú no estaban con chicas como yo.


Es imposible no acordarme de esos ojos verdes que tanta ilusión y tantas sonrisas me dieron durante aquel maravilloso año de mi vida, sin ir más lejos cada día al acostarme sonrío pensando en ti pues la compañera de piso que me regalaste, aquella ENORME (e incomoda) Hello Kitty está encima de mi casa, guardando mis sueños y haciéndole compañía a "churriña".

Durante ese segundo en que nuestros ojos se cruzaron ayer me pasó nuestra historia como en un película, como nos conocimos, las churrascadas, las noches de verano, los copazos, las cenas, joder, ¿te acuerdas de cuando cerraste aquel restaurante sólo para que cenáramos solos?, los paseos interminable en coche, la cantidad de sitios bonitos que conocí contigo, tus bromas, la frustración, la despedida, tus sonrisas pero sobre todo me acordé de porque me enamoré de esos ojos verdes.

Yo me puse muy nerviosa, tú me mirabas como preguntándome si era yo, si, era la churriña, Te respondí con un melenazo cual Pantoja propio de mis nervios, mis inseguridades y mi ataque de ansiedad del momento,

Durante el trayecto a mi casa me plantee escribirte un whatsapp, decirte que era yo, que me alegraba de verte, que podíamos tomar un café, ponernos al día, abrazarnos, volver a sonreírnos, escribí y reescribí el mensaje medio millón de veces, el nudo en la garganta me decía que hiciera eso, mi estomago decía que lo dejara estar y a la altura de Rois tomé una decisión.

Borré los mensajes escritos y fui a la agenda, te busqué, respiré hondo y borré tu numero.
 No, no me lo sé de memoria.
Es mejor dejar las cosas como están.

Que sepas que me he alegrado de verte.

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