
Ella estaba enferma, lo sabía, sabía que cualquier momento podía ser el último y lo disfrutaba, vivía la vida como todos desearíamos vivirla, con ilusión, con ganas, con una sonrisa, pasara lo que pasara ella siempre sonreía, SIEMPRE.
Me acuerdo la primera vez que la ví, me enamoré perdidamente de esa niña, irradiaba luz, tenía una voz suave y dulce, como era ella, era amor.
Poco a poco fuimos conociéndonos y fue ganándome. Activa en la redes sociales, activa en su día a día, su enfermedad no pudo con ella, fue su cuerpo el que dijo "basta ya" pero ella luchó como una jabata con tantas ganas que hasta los médicos se sorprendían de sus ganas de vivir pero una semana más tarde su corazón se apagó, se fue tranquila, sonriendo y dejándonos un vacío muy grande a todos los que la conocíamos.
La sonrisa más dulce del mundo se ha ido pero no la olvidaremos nunca.
Te echaremos de menos pekecha.
DEP.